(náhuatl: Mēxihco)
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"si el mexicano es -como asegura octavio paz- un solitario, ¿por qué ama las fiestas, los compadrazgos y las reuniones públicas? el misántropo solitario rehuye las compañías. para el mexicano -y el propio paz lo reconoce- "todo es ocasión de reunirse". si somos un pueblo ritual, sensible y despierto, no podemos ser un pueblo de solitarios. la soledad de un poeta no configura la soledad de un pueblo. observamos nuestras fiestas civiles y nuestras fiestas religiosas
danzas, ceremonias, fuegos de artificio,
trajes insólitos de colores violentos -para que se vean-, plazas y mercados pletóricos de compradores y de simples paseantes, calendario poblado de días de asueto para celebrar una victoria militar, el día del trabajo, la virgen de guadalupe o la constitución de 1917. celebramos en nuestras ciudades y pueblos, con unción y periodicidad, el día del santo patrón. los barrios se engalanan con sus festejos religiosos y las ferias dejan oír mariachis, cohetes, silbidos, canciones rancheras y balazos al aire. si méxico fuese un país de solitarios, méxico no estaría en fiesta permanente. yo diría que derrochamos energías en saraos y convivios."
agustín basave fernández del valle, comentando el laberinto de la soledad (1950), de octavio paz
esto es, punto.es
joel nakuro
(enlaza con: http://puntoes200.blogspot.com/)